El
pasado 12 de marzo, en la presentación del I Máster de Flamenco de
la historia, tuve la suerte de asistir a la posterior actuación de
mi admirada Angelita Montoya Rodríguez. Ella venía convaleciente de
una intervención quirúrgica y era la primera vez que volvía a
cantar después de la misma, y vaya si cantó, cantó como los
ángeles, con una fuerza descomunal pero con un sentimiento y un
pellizco que nos heló el alma a todos los que allí estábamos
presentes. ¡Y es que Angelita te toca el corazón siempre! Cante de
verdad, sin artificio ninguno, cante por derecho. ¡Ole tú!!!
Estuvo
magistralmente escoltada por la guitarra de Fran Cortés Cazalla, un
acompañamiento que a ese cante le viene como anillo al dedo,
intimista, sosegado, melódico en su justo momento, pero con la
fuerza y la explosión necesaria cuando el cante así lo pedía.
En
conjunto, fue una noche flamenca maravillosa. A la actuación
asistimos varios componentes de la Peña Sentir Flamenco de la UPO:
su Presidente, el profesor de Antropología Fernando C. Ruiz, y otros
miembros de la Junta, como Ángeles Cruzado y Rafael Cáceres, que
presentó el Máster como coordinador del mismo.
Angelita, con apenas tres cantes, lo dijo todo. Empezó con una soleá en la
que dio un paseo por los cantes de Alcalá y que a mí personalmente
me dejó planchao; con letras preciosas de su cuñado, el
enorme Manuel Molina, que hablaban de Alcalá y de su río, el
Guadaíra, de sus molinos y de su arrabal.
Continuó
con unos tangos de su casa, inconfundibles, que recordaban
enormemente a su madre, "La Negra", una cantaora sin igual;
y terminó por bulerías, paseándose por varios estilos con una
facilidad pasmosa, pasando de la alegría al recogimiento, del
recogimiento a la melancolía, de la melancolía a la belleza, y
siempre recordando el estilo que su cuñado y su hermana Lole dejaron
en nuestros corazones. En fin, fue una noche de cante maravillosa.
No
harto con esto, tuve la oportunidad de compartir con Angelita
Montoya, Fran Cortés, Patricia Garzón (su representante) y Paola
Hermosín (hija de mi amigo Antonio Hermosín Solís y alumna de este
primer Máster), la interesante, afable, enriquecedora y refrescante
tertulia en una preciosa tasca de la hermosa ciudad de Carmona. Fue
todo un lujazo estar rodeado de tan buena gente.
Paco
García Rey
Tesorero
de la Peña
Para más información:
No hay comentarios:
Publicar un comentario