viernes, 12 de diciembre de 2014

Actuación de Rocío Márquez y Tomás de Perrate en la UPO


Tomás de Perrate
Tomás Fernández Soto, nace en Utrera el 6 de junio de 1964, en el seno de una familia gitana y cantaora. Hijo de José Fernández Granados (Perrate de Utrera) y Tomasa Soto Loreto (hija del mítico cantaor Manuel Torres).
Tomás tardó en exteriorizar el legado que tenía dentro, pero cuando sintió la llamada del cante, no había vuelta atrás. Eso sucedió una Navidad del año 99.
A partir de ahí se suceden las actuaciones en numerosos eventos flamencos y festivales, como la “Bienal de Flamenco 2002” donde fue galardonado con el premio “Giraldillo al Artista Revelación”, participando en varias ediciones posteriores, incluida esta última de 2014.
 Después de sorprender a propios y extraños con su primer álbum en solitario Perraterías que le produjo Ricardo Pachón en 2005, Tomás de Perrate sigue explorando su particular visión del cante flamenco. Su última obra Infundio es otra muestra de actualización del legado tradicional, donde continúa con la inercia de la búsqueda de un sonido contemporáneo para el flamenco tradicional.
Tomás de Perrate ha irrumpido en este arte, desarrollando unas formas muy personales, un sonido nuevo pero con sabor añejo, con un gusto y un paladar exquisito. En su cante se hace visible la huella genética flamenca de su gente y de su comarca cantaora, pero tiene la virtud de sonar con un sello propio e inconfundible. Aunque quisiera, no podría ocultar que es un metal “templao al fuego” de un hogar profundamente flamenco.





Rocío Márquez
Rocío Márquez Limón nace en Huelva, el 29 de septiembre de 1985. Estudia Solfeo en el Conservatorio de Valverde del Camino, (Huelva), cante flamenco en la Fundación Cristina Heeren (Sevilla) y Magisterio Musical en la Universidad de Sevilla, cursando también un Seminario de Flamenco en la Universidad de Huelva.

Por motivos de estudios se traslada a la ciudad de Sevilla en el año 2000, donde reside actualmente.
Desde muy pequeña participa en programas de televisión y radio, continuando su actividad artística hasta la actualidad donde se hace imprescindible en certámenes, galas y festivales flamencos, llegando a lograr, entre otros muchos premios, la prestigiosa “Lámpara minera” en el año 2008. 
Su obra Claridad aparece en 2012 bajo el sello Universal, y acompañada por Alfredo Lagos al toque, entre otros guitarristas, nos descubre composiciones propias y su dominio de los palos más rítmicos y ortodoxos del flamenco. Rocío le ha dedicado su segundo disco El Niño (2014) al que considera el gran olvidado del flamenco: Pepe Marchena. En este trabajo homenajea por un lado al Marchena “clásico”, conocedor enciclopédico de una gran cantidad de cantes, y por otro lado al Marchena “creador”, inventor incansable de nuevos estilos y creativo investigador del cante flamenco.






La actuación de estos dos grandes artistas ha colmado de sobras las exigencias del numeroso público congregado en el salón de actos del CABD, en la Universidad Pablo de Olavide. 

El contraste de voces y expresiones flamencas ha sido lo más llamativo. Tomás de Perrate tiene un eco profundo y rancio, Rocío, dulce y melódico, y sin embargo los dos tienen en común la búsqueda de una nueva expresión flamenca acorde con la evolución natural y lógica de este arte. Tradición y vanguardia no tienen porqué estar reñidos si se parte desde el buen gusto y el conocimiento, y me consta que nuestros dos artistas trabajan muy duro para conseguirlo. Hacen honor al legado clásico del flamenco sin desvirtuarlo ni convertirlo en subproducto aflamencado. Lo suyo es Flamenco con mayúsculas.

Normalmente trato de desgranar los cantes que se interpretan, aunque sea de manera inconsciente para que los lectores puedan hacerse una idea de lo que allí se escuchó. Creo que la composición de la baraja de letras y estilos demuestra la sensibilidad y el conocimiento de los intérpretes. Ayer tarde no pude, sentí que con estos artistas no había lugar y me limité a disfrutar. Algo recuerdo… bulerías, soleares, pregón con remate por seguiriyas, fandangos, letras escogidas con mimo, arte a raudales a fin de cuentas… Pido perdón por mi hedonismo. 







José Manuel Mibri                 
Secretario de la peña "Sentir Flamenco"

viernes, 5 de diciembre de 2014

Mesa redonda: El flamenco en la enseñanza

El pasado jueves 27 de noviembre, se celebró en la Peña Flamenca de la UPO, una mesa redonda con el tema “El flamenco en la enseñanza”, en la misma intervinieron:
-D. Juan Manuel Suárez Japón, catedrático, ex rector de la Universidad Internacional de Andalucía,
- Dña. M. Ángeles Sánchez Carrasco, maestra de música y asesora técnica de flamenco en el programa Abecedaria- Enrédate,
- D. Miguel López Castro, maestro, doctor en pedagogía en la UMA y experto en didáctica de flamenco.
- D. Manuel Martín González, Jefe del Servicio de Planes y Programas Educativos de la Consejería de Educación.

Moderó la mesa Dña. Ángela Valcárcel, alumna de Educación Social-Trabajo Social de la UPO.


Juan M. Suarez Japón, Mª Ángeles Sánchez Carrasco, Miguel López Castro, Manuel Martín, Ángela Valcárcel.


Lo primero es resaltar que las intervenciones de los ponentes fueron magníficas, como no podía ser menos, dado que los cuatro cuentan entre las personas más relevantes en la actualidad en relación con el flamenco en la enseñanza.
Juan Manuel Suárez Japón, en el ámbito universitario, del que destacó la enorme dificultad para hacerlo presente. Contó alguna iniciativa suya al respecto, y cómo lo más difícil fue la participación y la colaboración de la propia institución universitaria, que parece no entender en general que el flamenco forma parte (y una parte muy importante) de nuestro patrimonio cultural. El voluntarismo no basta. Según él, además, el sistema educativo o es un todo o no funciona. Para el caso del flamenco, los estudiantes universitarios suelen llegar sin formación ni motivación suficiente.
Miguel López Castro ha trabajado y trabaja el flamenco tanto en la universidad como en institutos y colegios, siendo uno de los más destacados e importantes en esto. Denunció que hay mucho miedo al flamenco en el mundo educativo. Resaltó la necesidad de que el flamenco esté presente en el sistema educativo. Igualmente, la necesidad de coordinación en el tema, y un factor que resulta clave: la formación del profesorado, en la que el flamenco brilla por su ausencia. Contó también, aunque solo por encima, alguna iniciativa suya, de enorme interés.
Mariángeles Sánchez Carrasco nos ilustró con algunas experiencias suyas, como maestra de música, en el colegio Los Montecillos, de un barrio marginal de Dos Hermanas. Allí se encontró con la realidad del flamenco, y adaptó sus clases a la misma. Resaltó que en la enseñanza hay que observar, aprender y adaptar la actuación a la realidad.
Manuel Martín González, como jefe del servicio de Planes y Programas Educativos de la Consejería de Educación, nos contó la reciente iniciativa (una Orden de mayo de este año) por la que nos congratulamos, de fomentar el flamenco en la escuela mediante una serie de incentivos que expuso. Resaltó, y mostró ser sensible a ello, la demanda del profesorado interesado en el flamenco: que esté en los currículos, que los centros estén abiertos a esta manifestación de nuestra cultura, y que se les faciliten herramientas al profesorado para ello. Esta Orden y el Portal de Flamenco (http://www.juntadeandalucia.es/educacion/webportal/web/portal-de-flamenco) se orientan en la línea de su tratamiento de forma transversal. Aunque la inclusión, por decirlo así “obligatoria”, no depende de su servicio.
Se trataron más temas, pero esto no es una crónica objetiva ni un intento de síntesis, sino un testimonio de la actividad realizada.
Como puede verse, se tocaron asuntos del máximo interés para el presente y el futuro del flamenco en nuestra sociedad. Como alguien resaltó, no puede amarse lo que no se conoce. Y hay muchísimo camino que andar, porque falta presencia del flamenco en todos los niveles de enseñanza en Andalucía, formación del profesorado, coordinación y difusión de iniciativas, interés político,… Afortunadamente, contamos con gente como esos ponentes. Me quedo con la sabiduría de Suárez Japón (por cierto, en breve presenta un libro de memorias de Manuel Morao el tío de Moraíto, estaremos atentos), la sensibilidad de Mariángeles Sánchez y su invocación del duende, la agudeza y experiencia de Miguel López, y la enorme actitud de Manuel Martín, bien necesaria en la administración educativa.
Moderó la mesa Ángela Valcárcel, una alumna de último curso de Educación Social-Trabajo Social, lo que para mí constituye un orgullo. Ángela se las ha aviado para inocularse este veneno. La felicito.
Fernando C. Ruiz Morales    
          

Si quieres información sobre la Peña o hacerte socio/a, puedes escribir a: pflamenca@upo.es