El pasado jueves 27 de noviembre, se
celebró en la Peña Flamenca de la UPO, una mesa redonda con el tema “El
flamenco en la enseñanza”, en la misma intervinieron:
-D. Juan Manuel Suárez Japón,
catedrático, ex rector de la Universidad Internacional de Andalucía,
- Dña. M. Ángeles Sánchez Carrasco, maestra de música y asesora técnica de flamenco en el programa Abecedaria- Enrédate,
- D. Miguel López Castro, maestro,
doctor en pedagogía en la UMA y experto en didáctica de flamenco.
- D.
Manuel Martín González, Jefe del Servicio de Planes y Programas Educativos
de la Consejería de Educación.
Juan M. Suarez Japón, Mª Ángeles Sánchez Carrasco, Miguel López Castro, Manuel Martín, Ángela Valcárcel. |
Lo
primero es resaltar que las intervenciones de los ponentes fueron magníficas,
como no podía ser menos, dado que los cuatro cuentan entre las personas más
relevantes en la actualidad en relación con el flamenco en la enseñanza.
Juan Manuel Suárez Japón, en
el ámbito universitario, del que destacó la enorme dificultad para hacerlo
presente. Contó alguna iniciativa suya al respecto, y cómo lo más difícil fue
la participación y la colaboración de la propia institución universitaria, que
parece no entender en general que el flamenco forma parte (y una parte muy
importante) de nuestro patrimonio cultural. El voluntarismo no basta. Según él,
además, el sistema educativo o es un todo o no funciona. Para el caso del
flamenco, los estudiantes universitarios suelen llegar sin formación ni motivación
suficiente.
Miguel López Castro ha
trabajado y trabaja el flamenco tanto en la universidad como en institutos y
colegios, siendo uno de los más destacados e importantes en esto. Denunció que
hay mucho miedo al flamenco en el mundo educativo. Resaltó la necesidad de que
el flamenco esté presente en el sistema educativo. Igualmente, la necesidad de
coordinación en el tema, y un factor que resulta clave: la formación del
profesorado, en la que el flamenco brilla por su ausencia. Contó también,
aunque solo por encima, alguna iniciativa suya, de enorme interés.
Mariángeles Sánchez Carrasco nos
ilustró con algunas experiencias suyas, como maestra de música, en el colegio
Los Montecillos, de un barrio marginal de Dos Hermanas. Allí se encontró con la
realidad del flamenco, y adaptó sus clases a la misma. Resaltó que en la
enseñanza hay que observar, aprender y adaptar la actuación a la realidad.
Manuel Martín González,
como jefe del servicio de Planes y Programas Educativos de la Consejería de
Educación, nos contó la reciente iniciativa (una Orden de mayo de este año) por
la que nos congratulamos, de fomentar el flamenco en la escuela mediante una
serie de incentivos que expuso. Resaltó, y mostró ser sensible a ello, la
demanda del profesorado interesado en el flamenco: que esté en los currículos,
que los centros estén abiertos a esta manifestación de nuestra cultura, y que
se les faciliten herramientas al profesorado para ello. Esta Orden y el Portal
de Flamenco (http://www.juntadeandalucia.es/educacion/webportal/web/portal-de-flamenco) se
orientan en la línea de su tratamiento de forma transversal. Aunque la
inclusión, por decirlo así “obligatoria”, no depende de su servicio.
Se
trataron más temas, pero esto no es una crónica objetiva ni un intento de
síntesis, sino un testimonio de la actividad realizada.
Como
puede verse, se tocaron asuntos del máximo interés para el presente y el futuro
del flamenco en nuestra sociedad. Como alguien resaltó, no puede amarse lo que
no se conoce. Y hay muchísimo camino que andar, porque falta presencia del
flamenco en todos los niveles de enseñanza en Andalucía, formación del
profesorado, coordinación y difusión de iniciativas, interés político,…
Afortunadamente, contamos con gente como esos ponentes. Me quedo con la
sabiduría de Suárez Japón (por cierto, en breve presenta un libro de memorias
de Manuel Morao el tío de Moraíto, estaremos atentos), la sensibilidad de
Mariángeles Sánchez y su invocación del duende, la agudeza y experiencia de
Miguel López, y la enorme actitud de Manuel Martín, bien necesaria en la
administración educativa.
Moderó
la mesa Ángela Valcárcel, una
alumna de último curso de Educación Social-Trabajo Social, lo que para mí
constituye un orgullo. Ángela se las ha aviado para inocularse este veneno. La
felicito.
Fernando C. Ruiz Morales
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