El jueves 24 de septiembre, dentro del ciclo organizado por la Peña Flamenca de la Universidad Pablo de Olavide en colaboración con la Bienal de Flamenco de Sevilla, tuvo lugar la presentación de libro de nuestra compañera de junta directiva, la periodista Ángeles Cruzado Rodríguez, titulado Amalia Molina (1885-1956). Memoria de una universal artista sevillana.
El acto tuvo lugar en el Espacio Santa Clara y dio comienzo con una sesión fotográfica de los protagonistas. A continuación, Rafael Cáceres inició la presentación del mismo hablándonos de su autora, de su extenso curriculum académico y de su larga trayectoria como investigadora de flamenco, en concreto sobre su especialización en las mujeres flamencas, como se puede comprobar en su prestigioso blog Flamencas por derecho.
Ángeles cuenta con muchas publicaciones y también es profesora en el Máster de Flamenco, tanto en la Universidad de Cádiz como en la Pablo de Olavide. Rafael también destacó su papel como miembro de la junta directiva de nuestra peña, donde se encarga de las labores de comunicación y redes sociales.
A continuación, nuestro compañero nos situó en la época en la que se encuadra la protagonista del libro, Amalia Molina: principios del siglo XX, una época a caballo entre la etapa de los cafés cantantes y la ópera flamenca, llamada de “variedades”, que ha sido muy poco estudiada y sobre la que existen muchas incógnitas. Precisamente, a través del estudio de la vida de Amalia se pueden ir resolviendo muchas de ellas.
Ángeles ha puesto la mirada en una etapa a la que los flamencólogos no han prestado mucha atención, sobre todo por no considerarla “pura” y por tratarse de un periodo en el que triunfan muchas mujeres. Nos habló de cómo la protagonista se movió por escenarios de medio mundo, aunque parezca que eso es algo más propio de la globalización de nuestros días. Otro tema muy interesante que trató fueron las innovaciones aportadas por Amalia Molina en muchas facetas.
Ángeles comenzó su presentación del libro hablándonos sobre quién fue Amalia Molina: una de las artistas más universales que ha dado Sevilla, pues recorrió España, Europa y América. En su opinión, no hay ninguna duda de que Amalia fue una mujer flamenca, a pesar de que el periodo en que desarrolló su carrera no ha sido muy bien considerado por los flamencólogos. No obstante, reconoce que fue una artista muy versátil: cantaora, bailaora, coreógrafa, cupletista, actriz...
Cuando era sólo una niña salió de gira con el maestro Ángel Pericet y empezó a despuntar como buena bailaora y cantaora. Esta trayectoria la llevó a ser contratada en el Café Novedades de Sevilla, donde tuvo el privilegio de compartir cartel con los grandes artistas flamencos del momento, como Antonio Chacón, la Macarrona, la Malena...
Amalia venía del flamenco más tradicional, pero se adaptó rápidamente y, nada más llegar, tuvo un éxito meteórico. Se dejó influenciar por todas las nuevas corrientes musicales y estéticas que se estaban dando en los escenarios de variedades, y las utilizó para crear su propio estilo personal, partiendo de las bases artísticas que traía de Sevilla y presentándolas de una manera novedosa y valiente, siempre rodeándose de buen gusto y elegancia en todo lo que componía su espectáculo (repertorio, coreografía, vestuario, decorado, etc.).
En definitiva, se trata de un personaje de extraordinario interés. Amalia Molina fue una adelantada a su tiempos, una gran innovadora en el mundo del flamenco y una artista integral. Agradecemos a Ángeles que resucite a esta figura porque a través de ella salen a la luz muchos aspectos de una época que para el mundo flamenco ha sido muy poco investigada y que prácticamente ha pasado inadvertida. Como bien dijo su autora hablando del personaje, "quien te iba a decir a ti, Amalia Molina, que ibas a debutar en la Bienal de Flamenco de Sevilla" después de tantos años.
En hora buena a Ángeles, cómo siempre , un trabajo muy interesante y bien documentado.
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