martes, 3 de marzo de 2020

Mesa redonda "Nuevos modelos de transmisión del flamenco"

El miércoles 26 de febrero tuvo lugar la tercera mesa redonda del ciclo “El flamenco hoy, arte y algo más”, organizado por la Peña Flamenca de la UPO, el Vicerrectorado de Cultura y la Bienal de Flamenco de Sevilla.
El acto comenzó con una intervención del anterior presidente de la peña, Fernando C. Ruiz, que dio la bienvenida al público asistente en nombre de la Universidad y dio las gracias a quienes han hecho posible este convenio de colaboración.
 

Esta tercera mesa versaba sobre los nuevos modelos de transmisión del flamenco, y el impacto del uso de las nuevas tecnologías en dichos procesos. El acto comenzó con la exposición de un vídeo de unos diez minutos de duración, en el que personas relevantes del mundo del flamenco ofrecieron sus puntos de vista sobre la materia.
Asumió el papel de moderadora nuestra compañera Ángeles Cruzado, periodista, investigadora y responsable del blog “Flamencas por derecho”. Componían la mesa Rocío Márquez Limón, cantaora; Cristina Cruces Roldán, Catedrática de Antropología Social de la Universidad de Sevilla; y Juan Manuel Fernández Montoya, “Farruquito”, bailaor.
 

En opinión de Rocío Márquez, en el flamenco no todas las personas piensan y sienten igual. Ella contó que en una ocasión lloró de emoción viendo un espectáculo, mientras la persona que estaba sentada a su lado se levantó y se fue, porque no estaba sintinedo nada. Ello pone de manifiesto la enorme diversidad que existe en el flamenco: lo que a uno le parece sublime, a otros puede no llegarle. Cada persona tiene su verdad al respecto.
 

Los artistas flamencos no siguen los mismos cánones a la hora de alcanzar su madurez artística. Los hay de distintas procedencias y ambientes, que llegan a este arte por caminos muy distintos. Por tanto, es lógico que expresen su flamenco de manera diferente, porque cada arista es un mundo y su interpretación del flamenco debe de tener un sello único y personal.
 

Según Rocío, el flamenco debería ser obligatorio en nuestras escuelas, para proporcionar un conocimiento de este arte tan andaluz a las nuevas generaciones que se encuentran bombardeadas por elementos culturales que no son los propios. Andalucía debería contar con una estructura de profesorado que estuviese preparada para asumir esta realidad, cosa que aún no sucede.
 

En cuanto al uso de las nuevas tecnologías en el flamenco, la cantaora reconoció que son de una enorme ayuda, pues permiten el estudio de los cantes, que se pueden reproducir hasta el infinito y siempre van a estar ya ahí. No obstante, también afirmó que esto representa un gran peligro, pues el exceso de reproducción de unos mismos cantes, puede hacer que el artista pierda espontaneidad y creatividad.
 

Rocío concluyó que este problema ya existía en los orígenes del flamenco y que, aunque hoy existen nuevas tecnologías, se trata del mismo perro con distinto collar. En su opinión, esto es positivo, pues demuestra la fortaleza del flamenco en nuestros días.
 

Cristina Cruces fue muy directa en todas sus intervenciones. Ella ha visto cómo el programa de doctorado sobre flamenco de la Universidad de Sevilla era clausurado a pesar de su éxito, tanto en lo que respecta al número de solicitudes como al interés que despertaba. El motivo fue que los responsables de estas instituciones no consideraban el flamenco como un área estratégica dentro de los programas de postgrado de la Universidad.
 
 
Una vez más, nuestros responsables metían al flamenco en un cajón. No les basta que sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y nuestra seña cultural de mayor importancia e impacto mundial. Como apuntó su compañero de universidad, el profesor Luis Palma -presente entre el público y protagonista de los vídeos iniciales de cada mesa, con intervenciones de gran calado-, la palabra flamenco es la segunda con la que más se reconoce la marca España en el mundo, después de la de toros.
 

Cristina también quiso distinguir entre lo que es el arte flamenco como actividad en sí, con todas sus connotaciones individuales, y lo que es el género flamenco. En esto sería muy importante lograr el consenso de toda la comunidad flamenca.
 

Asimismo, señaló que, aunque hoy se hayan incorporado las nuevas tecnologías al flamenco, en su transmisión sigue siendo tan importante como antaño el papel de las academias, escuelas y otros centros de aprendizaje. Las nuevas tecnologías ayudan, pero también corren el riesgo de provocar la estandarización de las propuestas artísticas.
 

Juan Manuel Fernández Montoya nos habló de como se ha vivido la transmisión del flamenco en su casa. “Farruquito” es nieto del gran “Farruco”, hijo de la bailaora Rosario Montoya “la Farruca” y del cantaor Manuel Fernández “el Moreno”; y tiene dos hermanos que también don grandes artistas, “el Farru” y “el Carpeta”. Todos ellos han mamado flamenco en su casa desde que nacieron. Esa transmisión natural sin duda ha sido de gran ayuda, pero para llegar a ser buenos artistas han tenido que trabajar muy duro.
 

Sin duda, las tecnologías tienen sus ventajas. Juan Manuel no ha vivido la época de su abuelo ni ha pasado sus fatigas y, como es lógico, su baile tampoco es igual, porque está influenciado por todas la nuevas realidades sociales y técnicas que le ha tocado vivir.
Él sigue transmitiendo el flamenco a su hijo de la misma manera que se lo transmitieron a él, con naturalidad. Su niño aún no sabe lo que es un compás de amalgama o no entiende los doce tiempos de una soleá, pero ya lo tiene interiorizado. Sabe distinguir si la música que escucha es flamenco o no, lo cual es muy importante.
 

Como conclusión, todavía queda un gran camino por recorrer en la transmisión del flamenco. Nuestras autoridades deberían interesarse mucho más por este arte universal y por generar nuevos públicos. El flamenco debe estar presente en las escuelas andaluzas, desde sus etapas iniciales. Nuestros niños deben conocer este arte, jugar con él e interiorizarlo como algo porpio, afirmó Farruquito sobre este punto, pues no se puede amar lo que no se conoce, y eso ocurre en nuestra sociedad actual con el flamenco.
 

Cristina también apuntó que hay que dar un golpe en la mesa y tomar de una vez por todas la iniciativa, pues falta voluntad política para acometer esta empresa y todos debemos apoyarla de la manera que podamos.
En definitiva, esta tercera mesa redonda también fue de lo más interesante. Terminó con un gran aplauso a sus componentes, y emplazándonos a seguir en el estudio, la difusión y la divulgación de estas otras áreas del flamenco.

Francisco García Rey
Presidente de la Peña de la UPO

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