ACTIVIDAD DE CIERRE DEL CURSO 2016/17
El
pasado viernes día 26 de mayo tuvimos la última del curso. El plan era variado: charla
de Ángeles Cruzado sobre "Flamencas de la Edad de Oro. Mujeres
de rompe y rasga, creadoras y transmisoras de un arte universal",
actuación del alumnado de cante, actuación profesional, y fiesta. La asistencia
y el ambiente estuvieron en la línea habitual: excelentes.
Paco Mejías y Ángeles Cruzado |
La
prestigiosa periodista Ángeles Cruzado, toda una referencia para la
investigación sobre las mujeres en el flamenco, cerró con su charla el tema
central del curso: el papel de las mujeres en el flamenco. Nos habló de la
época de los cafés cantantes, y de determinadas artistas que marcaron la época,
por más que a menudo no se habla de muchas de ellas como merecen. Hizo un
recorrido por las pioneras, en distintas facetas: transgresoras y rompiendo
prejuicios de la época hacia las mujeres, llevando el flamenco por el mundo,
guitarristas, creadoras,… También algunas, injustamente olvidadas, o
prematuramente retiradas de los escenarios por las cargas familiares. Los
nombres de la Cuenca, la Carbonera, María Borrico, la Sordita, Dolores la
Parrala, Rita la Cantaora, Carmencita Dauset, la Macarrona, la Antequerana, la
Malena, Adela Cubas, la Serneta, la Trini, Pepa Oro, la Peñaranda, la Mejorana,
Pastora Imperio, Anilla la de Ronda, y por supuesto Pastora Pavón, entre otros,
salieron a la palestra. Además, pudimos escuchar, de forma muy ilustrativa,
grabaciones de Isabelita de Jerez, la Antequerana o Paca Aguilera. Toda una
lección amenísima, ilustrada y documentada, que interesó mucho a la audiencia y
que a más de uno hizo descubrir toda una dimensión de la historia del flamenco
que está, sigue estando, demasiado oculta.
Maite Olivares y Kaveh Nassehi |
Siguió
una cosa que es motivo del máximo orgullo, por todo lo que significa: la
actuación de Beatriz, Bea y Curro, alumnos de las clases de cante que importe
Maite Olivares. Con Kaveh a la guitarra, que es un prodigioso docente como
Maite, hicieron tangos, guajiras, alegrías, vidalita, fandangos… Hay que decir
que Beatriz cantaba ante gente por primera vez. Mérito doble. Con el cálido
ambiente, estuvieron arropados y jaleados, y lo hicieron muy bien. Servidor
sintió, debo confesarlo, envidia. Sana, pero envidia. Ole por los tres y por
los profesores.
Luego
llegó la actuación, ya profesional por entero, de Maite y Kaveh. Nos deleitaron
con malagueñas de la Peñaranda y la Trini, rematadas por rondeñas. La elección
fue de lo más acertada, y eso caracteriza las cosas que la Peña hace:
coherentes y amplias. Acabábamos de escuchar la charla de Ángeles, y nos
encontrábamos luego con esas bellísimas muestras de dos de las creadoras antes
citadas. Luego, por peteneras, la segunda de ellas de Pastora Pavón. Siguieron
por cantiñas: de las Mirris y caracoles. La culminación, y el culmen, fue por
tangos: Triana, Pastora, la Repompa, y para rematar, tangos extremeños, la
tierra de Maite, que además se marcó un bailecito, pues también es bailaora.
Para los tangos, contaron con la colaboración espontánea de otro cantaor y
amigo, Paco Mejías, flamenquísimo y, otro honor, socio de la Peña.
La
voz de Maite sonó plena y dolida en las malagueñas, y llena de sensibilidad.
Esa línea siguió en las peteneras. El cambio de registro fue en las cantiñas:
gracia a raudales, salero, poderío, vigorosos desplantes. Y la gracia llegó al
extremo en la tanda de tangos. Desde el dolor conmovido y concentrado de las
malagueñas, hasta la explosión festiva de los tangos, toda una gama de
sentimientos: pudimos sentir y apreciar la riqueza del flamenco en su
complejidad de matices, en la voz formidable de Maite. Y en la guitarra:
cristalina, virtuosa y precisa, aportando belleza y resaltando la voz. Otra
lección de ambos.
Luego,
la fiesta, donde no faltó comida que llevaron socios/as. Distendida, divertida,
colofón idóneo para un curso que ha sido francamente intenso. Me gusta contar
cosillas de los momentos festivos, pero esta vez tengo menos recursos, pues,
agotado por varios motivos, me fui antes de tiempo, sin que sirva esto de
precedente. Pude ver cómo nuestro Manolo García se templaba por soleares, Paco
Mejías entusiasmaba a los presentes con su enorme voz y compás,… Pero me tuve
que perder todo eso y más.
Solo
me queda felicitar a todos los socios/as, a todos los amigos/as, que son cada
vez más. A los asistentes y la simpatía y buen humor que derrocharon. A
Ángeles, Maite, Kaveh, Bea, Beatriz, Curro… Y agradecer de forma muy especial,
pues sin ellos no hubiera sido posible, a Manolo García que cargó con la
infraestructura, y a Daidee, responsable de cultura en la Universidad, que
estuvo igualmente al pie del cañón en cuestiones de infraestructura, y que
además, aunque iba a irse pronto, allí seguía cuando servidor se fue. ¡Ole! En
lo institucional, nombrar de forma especial al Vicerrectorado de Cultura y
Compromiso Social, cuyo respaldo es imprescindible, como lo es el de las
personas que están en la Peña o que se acercan a ella.
Con
esto, pusimos la guinda a un curso que ha significado un paso adelante más, en
todos los sentidos: en crecimiento, consolidación, originalidad, presencia,
felicidad.
Tenemos
que felicitarnos.
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