El jueves 26 de mayo, celebramos el encuentro con Lea Soto “Sordera”, era nuestra quinta y última actividad del VI Ciclo de “Las mujeres como transmisoras del flamenco”. Vídeo completo:
Este acto se realiza conjuntamente con el Instituto Andaluz de Flamenco (AAIICC) y el Servicio de Extensión Cultural de la Vicerrectoría de Cultura y Políticas Sociales de la UPO y se desarrolla en el formato que las normas contra la pandemia tomadas tanto por la Junta de Andalucía como por la Universidad Pablo de Olavide nos permiten (retrasmitida en las redes sociales, con aforo limitado de público asistente).
El encuentro comenzó con una
entrevista realizada por el que suscribe y donde primero comenté el amplio
Curriculum que esta joven cantaora tiene ya.
Comenzó hablándonos de sus comienzos, de cómo le llegó a ella ese amor y esa pasión por el flamenco dentro de su entorno familiar, donde destacó la importancia en la transmisión del mismo no solo de su padre, Vicente Soto “Sordera”, una de las grandes figuras del flamenco, sino también de las mujeres de su familia, su madre, tías, primas, todo un ejemplo de la importancia de la mujer en este arte.
Ella es heredera de una de las
sagas flamencas más importante de Jerez, y siempre tuvo claro que iba a ser
artista, aunque nacida en Madrid, nunca perdió el contacto con su tierra y con
el arte flamenco jerezano de la que se considera una admiradora total.
Habló de la enseñanza en el
flamenco, ella es partidaria de que este arte llegue a los centros de enseñanza
oficiales y sobre todo que llegue a los más pequeños, para que conozcan la
principal manifestación cultural de su tierra, Andalucía. Sobre su paso por la
fundación Cristina Heeren, resaltó a los grandes maestros que tubo, José de la
Tomasa, Juan J. Amador, entre otros y de la gran cantidad de amigos que pudo
hacer allí.
Sobre sus preferencias sobre el
flamenco ortodoxo y el de vanguardia, se queda con los dos, ella no sólo ha
vivido el flamenco ortodoxo en su familia, le encanta y lo estudia, sus tíos
José Sorderita y Ray Heredia, fundadores de Ketama, fueron pioneros en el
flamenco fusión y también le encanta, no los ve excluyentes, al contrario, cree
que este último es una fuente de enganche al flamenco tradicional
Sobre sus preferencias en los
cantes, nos habló como no podía ser de otra manera, de los cantes bandera de su
familia, la soleá por bulerías, el fandango y la seguiriya.
Terminó hablando del futuro del
flamenco y de la juventud, de ese problema de envejecimiento de las peñas
flamencas, pero se mostró muy optimista con el futuro, ella está convencida de
que la juventud seguirá acercándose al flamenco y lo hará aún más cuando las
autoridades pongan más esmero en su estudio, conocimiento y difusión.
Vino después el recital, acompañada a la guitarra de Antonio Malena
hijo.
Comenzó haciendo unas cantiñas,
donde hizo un recorrido maravilloso por toda su gama de armonías y variantes,
con dominio y conocimiento perfecto de todas ellas. A pesar de la hora y de las
circunstancias, con estas alegrías llevó a todos los presentes a esos estados
que los flamencos llevamos mucho tiempo sin vivir, no importaba la hora
escuchar esa voz en directo era todo un lujo del que ya casi no nos
acordábamos.
Continuó con una milonga personal con letra de Rubén Darío, cuyos arreglos hizo con su padre y donde mostró un gusto exquisito y una extraordinaria dulzura en su interpretación.
Siguió por bamberas, y ya al
inicio, con sólo entonarse, nos metió de lleno en el flamenco más íntimo y
personal. Una afinación perfecta, un quejío dulce y estremecedor a la vez y
todo con una puesta en escena radiante y sutil.
Continuo por tientos-tangos,
donde se apreció la personalidad de su cante, con mucha verdad en él, para
rematar con unos tangos donde se desenvolvió con una soltura y una facilidad admirable.
Lela tiene una elegancia natural,
sentimiento, pasión, fuerza y alegría que en unos momentos tan difíciles como
los que que vivimos nos supieron a gloria, no se dejó nada para dentro, nos
regaló toda la verdad de su cante y eso nunca lo olvidaremos. Muchas gracias Lela
Terminó con una bulería por soleá, marca de la casa,
todo un prodigio de melodía, compás exacto y sentido directo, un estilo del que
su abuelo, el cantaor jerezano Manuel
Soto Sordera hizo bandera.
Estuvo acompañada a la guitarra por Antonio Malena hijo, con un toque de acompañamiento seguro, tradicional, con la tensión y la seguridad características de la mejor guitarra jerezana del siglo XX, su guitarra es puro sabor a Jerez. Perfecto en todo momento y en los momentos importantes nos dejó el sello de su amplia experiencia en el toque para baile, con un compás medido, unos rasgueos potentes y redondos. Antonio es también guitarrista en la compañía de baile de Mª del Mar Moreno y esas tablas en una compañía tan importante que ha recorrido infinidad de escenarios y continentes se le ve desde lejos. Muchas gracias Antonio.
Y a Lela darle también las gracias por su entrega, por abrirnos su corazón, compartir con nosotros sus experiencias familiares y personales y darnos lo mejor de ese arte que lleva dentro, por hacernos sentir también como en familia, por su amabilidad y cercanía.
No olvidaremos nunca tu paso por
la Peña de esta Universidad, al igual que tu padre, que ya pasó por esta Universidad
en 2010. Ya siempre seguiréis formando
parte de ella y aquí tenéis vuestra casa.
Agradecer a Rufo, su
representante, por su trabajo, amabilidad y las facilidades que nos ha dado
para que este encuentro fuera posible, a
Samuel Carvajal que ha estado en las cámaras y realización, por el fantástico
trabajo que ha realizado y la calidad del mismo.
También agradecer al trabajo que desde Extensión cultural del Vicerrectorado ha hecho Daidee para que esta actividad se haya podido realizar y a mis compañeros de Junta Directiva Manolo González y José M. Díaz “Mibri” por su apoyo incondicional.
Con esta actividad ponemos punto
y final al curso 2020/2021 que ha sido un curso en unas circunstancias
extraordinaria y dificilísimas, pero que hemos podido sacar adelante en su
totalidad gracias al esfuerzo de muchas personas, en especial a los artistas y
conferenciantes que han intervenido en el por su entrega y disposición valiente
para sacarlo adelante, en especial a los artistas, porque han sido el colectivo
que más ha sufrido los golpes de la pandemia que hemos vivido. Ojalá esto
llegue a su fin y podamos volver a vivir el flamenco en directo, rodeados de
socios y amigos y disfrutarlo en toda su plenitud
Solo me queda desearos a todos
que os encontréis bien y mis deseos de reencontrarnos como siempre en torno a
este arte. Hasta el próximo curso.
Francisco García Rey
Presidente de la peña
flamenca de la UPO
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