En el Salón de Actos
del CABD tuvo lugar el encuentro con el gran guitarrista y compositor Paco
Fernández. A destacar,
entre los asistentes, a un buen número de estudiantes; creo que ha sido el
promedio más joven de asistentes a cualquier actividad de la Peña, salvo cuando
hemos ido a colegios o institutos, claro. Muy bien por ellos.
Primero vimos el
documental realizado recientemente por Paco Buscando
mis raíces. La segunda vez que se ha podido ver en Sevilla, tras su estreno
en el ICAS. Ahora va a salir, como mínimo, a Estados Unidos. El tema principal
es la reivindicación de la memoria, y en particular la memoria del pueblo
gitano, a partir de la de su familia. Muy interesante, emocionante, y lleno de
sustancia. Desde la subjetividad, me quedo con escenas de fiestas llenas de
vida, con Curro Fernández su padre, con su madre Pepa, con Concha Vargas, con
los abuelos paternos de Paco, con el chache Diego impresionante por seguiriyas,
con el himno de los gitanos y el de Andalucía por Esperanza Fernández. Me quedo
también con algunos mensajes tan contundentes como necesarios: la constatación
de la diversidad del pueblo gitano, el mensaje conciliador y a la vez
reivindicativo y crítico, el reconocimiento hacia los mayores y hacia la
familia, la profunda huella de los gitanos andaluces hasta el punto de que no
se puede entender nuestra cultura sin ellos, y sobre todo, lo dicho: la
reivindicación de la memoria gitana. Una lección de un gitano andaluz en la
Universidad. Ole, Paco.
La segunda parte fue el
regalo de su actuación. Hizo primero un tema suyo, que nos presentó como
primicia, lleno de buen gusto y de sensibilidad, sobrado de dominio: Paco es un
maestro de la guitarra. Luego otra composición suya, una soleá en tono de
granaína. Paco pertenece de lleno a la tradición flamenca, pero es también
músico que crea y recrea, que indaga, que busca sin cesar. Por último, con las
magníficas aportaciones de Ermanno Panta, un flautista que además es doctorando
en la Pablo de Olavide, y de su sobrino Miguel Vargas, cerró con una fiesta de
bulerías y tangos, que fue otra delicia para los sentidos y para el corazón.
Muchas gracias, Paco,
por las enseñanzas, la elegancia, la alegría, la simpatía, la buena
disposición… Desde tu gitanería, nos has hecho crecer. Ole también a Miguel y a
Ermanno, que además son también dos personas extraordinarias.
Luego vino el ratillo
en la Peña, donde camparon a sus anchas mil conversaciones en un ambiente
genial: relajado, afabilísimo, divertido, con lugar para todo tipo de temas
siempre bajo ese “buen rollo” que hay cada vez. Por allí estaban Curro
Fernández y Pepa Vargas, Paco y los otros dos artistas, algunos estudiantes, nuestra
técnica en cultura de la Universidad (¡y amiga!) Daidee, socios/as maravillosos. No surgió la chispa de la
juerga esta vez, pero sí estuvo la luz de la alegría y de la conversación
apasionada, que también vale, y vaya si vale.
Agradecer como siempre
a la Universidad, al Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), a los artistas,
a los asistentes, y de forma muy especial a nuestro socio Dani Urquiza, que hizo
posible el ratito posterior a la actuación, y a Daidee, que estuvo al quite,
para que todo esto pudiera ocurrir.
Paco nos habló de la
memoria a través de su documental. Y todo esto ha sido también para alimento de
la memoria de la Peña. Ha sido otro acontecimiento maravilloso. Ahí queda eso.
Fernando C. Ruiz Morales
Presidente de la peña UPO
José Manuel Mibri
Secretario
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