domingo, 4 de diciembre de 2016

Mujeres transmisoras de flamenco; Inés Bacán

Sorpresa. Esa es la palabra. Sorpresa por varios lados. Sorpresa gratísima.
Fue la primera actividad del ciclo sobre las mujeres en el flamenco, que volvemos a hacer este curso en vista del excelente resultado que dio el curso pasado.
Abrió el acto la Vicerrectora de Cultura, Elodia Hernández León, con unas palabras bellísimas sobre la Peña que, al menos a mí, me llenaron de orgullo y de emoción. Pero además, como el movimiento se demuestra andando, es cierto, y sincero, el apoyo de ese Vicerrectorado hacia la Peña, en todos los sentidos.




La primera parte fue la entrevista a Inés Bacán (Inés Peña Peña), que realizó Rafael Cáceres, socio de la Peña y profesor de la UPO. La primera sorpresa: cómo hablaba Inés. Con calidez, buen humor, sinceridad, humanidad. Parecía que estábamos sentados junto a la mesa de camilla, a gusto, escuchando las cosas que nos contaba. ¡Y qué bella su forma de hablar!, el habla de Lebrija, dulce, delicado, expresivo,… Eso sí que es hablar bien. Y lo que nos contó, dirigiéndose directamente al entrevistador, en medio tono, con familiaridad, como si estuvieran en la intimidad del hogar. Habló sobre su padre el cantaor Bastián Bacán, sobre el papel fundamental de su hermano Pedro Bacán, el famoso guitarrista (fallecido en 1997), que ella siente que le acompaña; sobre su familia, las mujeres en el flamenco lebrijano, sus inicios profesionales, el público,… Además, contamos con la presencia de un hijo de su hermano Pedro Bacán (por cierto, ¡qué bonhomía rezumaba!, sello de familia), y pudimos escuchar a través de uno de los 4 CD,s “Noches gitanas en Lebrija”, las voces de su padre Bastián y de otros familiares de su espléndida saga.
Sin solución de continuidad, como si prosiguiera esa preciosa entrevista, ese hermoso decir, subió Pedro María Peña con su guitarra (hijo del guitarrista y cantaor Pedro Peña, sobrino de Juan Peña El Lebrijano y hermano de Dorantes, el pianista flamenco), y empezó el cante. Segunda sorpresa para muchos: esa voz tan especial, llena de sensibilidad y de memoria. Tan original. Tan lebrijana. Nos regaló soleares, fandangos, tiento-tangos, seguiriyas, bulerías, cantiñas del Pinini, tonás. Ya con las soleares, una preciosa tanda, encendió la mecha. Que fue creciendo a lo largo del repertorio clásico, canónico, que nos ofreció. Por decirlo con brevedad: la esencia del mejor cante lebrijano, lo que es decir, del mejor cante flamenco. Ese cante tan peculiar, tan original, con ese mecido, esa especie de retardo que le otorga al cante ese sello tan propio y tan flamenco. E Inés es, y así demostró, un referente central en la actualidad, desde ese conocimiento, esa sensibilidad, ese enorme gusto, esa personalidad con fundamento que ella exhibe. El recital, al que Pedro María aportó maravillosas falsetas, fue una lección contundente de flamenco, de estética, de verdades como puños. Hubo momentos para el escalofrío, para el puro goce, para el recuerdo de su saga de los Pinini sin la que el flamenco no sería tan grande. Gracias, Inés, por el arte y la verdad. Porque nos has hecho crecer, y cumplir otro sueño. Agradecer también a Jose y a otros dos sobrinos suyos (incluido el mencionado hijo de Pedro, ¡y perdón, que no recuerdo sus nombres!) que los acompañaron en las bulerías y en las cantiñas. Gente joven, flamenca y también de una valía excepcional como personas buenas. El camino de los Pinini sigue.














Quiero resaltar al público asistente. Esa es la tercera sorpresa. En el salón de actos del CABD había una genial variedad, cosa que nos agrada especialmente. Gente veterana, pero también mucha gente joven. Por cierto, entre los asistentes, estuvieron artistas como Curro Fernández con su esposa Pepa Vargas, otra lebrijana maravillosa; el cineasta Miguel Ángel Rosales (que acaba de estrenar la película documental Gurumbé. Canciones de tu memoria negra, enorme), el pintor jerezano Juan Carmona Vargas,… También artistas de otro tipo, como el geógrafo más flamenco del mundo, Juan Manuel Suárez Japón, los periodistas Araceli Pardal y Pedro Carrasco (que llevan la web Lebrija Flamenca, superior), o el Secretario del Consejo Social de la UPO, Juan Antonio Martínez, un grandísimo aficionado… Por nombrar solo algunos. Pero sobre todo, los asistentes, que prácticamente llenaron la grada, disfrutaron, aprendieron, se conmovieron. Y quiero recalcarlo: había mucha gente joven, probablemente la actividad, desde que iniciamos esta ruta maravillosa, con más proporción de jóvenes. Echamos de menos a la gente (soci@s) de Utrera  que da a esta Peña ese otro sello tan especial; es posible que coincidiera la fecha con alguna cosa allí. Un saludo, por supuesto.
Luego tuvimos la fiestecita en el local El Entramado, donde tenemos la sede de la Peña. La gente trajo viandas, y pudimos echar un rato muy agradable. Charlas animadas aquí y allí, buen humor,… y nuevos proyectos. Por ejemplo, Inés va a colaborar con la socia María José en su proyecto de flamenco en la escuela. ¡Ole otra vez, Inés! 
Estuvo muy concurrida. Inés, Pedro María (una delicia hablar con él), los jóvenes flamencos mencionados, muchos socios, gente que venía por primera vez… Colofón ideal. Además, ya cuando mucha gente se había ido, de pronto sonó una guitarra. Estuve charlando en el patio y no pude escuchar, pero por ahí andaba nuestro amigo y socio Dani a la guitarra (ha recibido clases en la Peña, y ahora se ha metido también en las de cante, ¡ole!), también Paco Rey, incluso vi a Kaveh con la sonanta. Cantaron varias personas, entre ellas (¡atención!) una chica alemana que nos visitó por primera vez, nuestra amiga Bea y alguien más. Recuerdo ecos de fandangos de Huelva, de algún cante de ida y vuelta… Pero insisto: andaba de cháchara, ¡no se puede estar en todo! Eso sí: ya al final del todo, nuestro amigo y socio Curro Martínez puso la guinda marcándose unos fandangazos de Paco Toronjo; llevaba no sé cuánto tiempo sin abrir la boca para cantar. ¡Ole, Curro! Todo esto fue la cuarta grata sorpresa de la jornada.










Y muchas gracias a todos: a Inés, Pedro María, su gente, toda la gente que nos acompañó, que volvieron a hacer que los esfuerzos realizados para organizar esto fueran más que recompensados. Por cierto, dar la bienvenida a los nuevos socios, que enriquecen más toda esta magia.
La próxima del ciclo, Carmen Linares.



NOTA: En nuestro afán de comprometer a la juventud con el flamenco y promocionar una participación activa, hice un llamamiento para que alguna socia joven se ofreciera para acompañar a Rafael Cáceres en la entrevista, pero en esta ocasión no hubo voluntarias. Por la idiosincrasia de esta peña sería deseable contar con este tipo de participación en próximos eventos, pero sabemos que las cosas que merecen la pena se van tejiendo poco a poco. Como nos enseñó Inés con su cante. Como el flamenco todo. Como el buen vino.

Fernando C. Ruiz Morales
Presidente

José Manuel Díaz "Mibri"
Secretario